Objetivos financieros
- Amabel Coronado
- 9 ago 2018
- 1 Min. de lectura

Nuestra vida no es monótona y todos tenemos unas metas, a realizar a corto, medio o largo plazo. Para planificar adecuadamente nuestras finanzas personales en el tiempo debemos proceder a fijarnos una serie de objetivos. Dentro de estos objetivos podemos enumerar por ejemplo:
Eliminar todas las deudas de nuestro balance actual
Ahorrar para cambiar de vivienda
Mejorar nuestra economía doméstica para darnos unas vacaciones
Preparar los estudios y educación de nuestros hijos
Los objetivos a fijar son una cuestión muy personal pero deben ser siempre coherentes, las metas que nos fijemos deben ser realistas y alcanzables y por supuesto, requieren una evaluación del riesgo y del sacrificio que nos va a requerir conseguir ambas cosas.
En muchas ocasiones, fijar unos objetivos llevan aparejados una serie de riesgos inherentes al camino a seguir para conseguirlo, en el vehículo financiero que tomamos en cuenta para conseguir nuestra meta o en el caso de que se trunquen nuestros flujos de ingresos y gastos.
El riesgo es un parámetro que se puede y se debe minimizar pero nunca se puede hacer desaparecer del todo. Este riesgo es un factor aleatorio, difícil de medir pero que nunca se puede despreciar, dado que este factor es uno de los principales a la hora de truncar nuestras expectativas financieras.
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